Hace menos de un año, un hallazgo arqueológico nos acercó a los grandes misterios en torno a Palenque. Un complejo sistema hidráulico debajo de la tumba de Pakal (uno de los gobernantes más queridos del mundo maya) fue descubierto. Su finalidad, según apuntan los estudios, fue el crear el camino para que K´nich Janaab´Pakal descendiera a las aguas del inframundo.
La misteriosa cultura teotihuacana, como muchas más de Mesoamérica, también abundó en la concepción del inframundo. La ciudad de Teotihuacán es aún todo un enigma (se sabe muy poco de esta cultura), y recién se descubrió que bajo el suelo de la Plaza de la Luna yace una especie de instalación que emula la superficie lunar. En el sitio han sido descubiertos cráteres, estelas lisas de piedra verde y conductos que simulaban al universo.
También sabemos que la Pirámide del Sol está construida en relación a una cueva con forma de flor de cuatro pétalos ubicada debajo de la misma. La plaza lunar, por su parte guarda 3 altares en su interior. Se trata, así, de una ciudad magnífica, enormemente mística. Ahora, investigadores del INAH confirmaron el hallazgo de un túnel (hasta ahora se ha descubierto que tiene 10 metros de profundidad) y que se trata de una emulación a el inframundo.