La enorme diversidad en México nos enriquece, claro, pero también nos vuelve increíblemente complejos. En ese sentido imaginar y concretar políticas que nos envuelvan a todos es prácticamente imposible; sin embargo, podemos aprender algunas de las lecciones que han mantenido vivas a las comunidades más antiguas de nuestro país: las indígenas.
Por supuesto, sus formas de vida no se parecen a las de sus más lejanos ancestros, pero esta adaptabilidad que les permite mantener principios clave a pesar del tiempo es definitivamente admirable y sugiere que hay mucho que aprenderles.
En ese sentido, es relevante que se abra la puerta a distintas costumbres, símbolos y formas de política indígenas en las instituciones nacionales. Por otro lado, es más importante tener lo más claro posible lo que estas adopciones significan.
Por eso, para que no te quedes con la duda te dejamos una pequeña radiografía del bastón de mando, objeto y símbolo indígena que mucho más que al poder, representa al "buen gobierno".
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¿Qué significa el bastón de mando?
El bastón de mando es un objeto que se entrega a las autoridades de distintas comunidades indígenas, no solo en México, también en otros países. La entrega se hace durante una ceremonia, donde, para muchas comunidades es costumbre pronunciar un juramento que vincula al gobernante con su pueblo, que le solicita que renuncie a sus propias necesidades y que se comprometa a cumplir con su deber.
Así, sólo portan el bastón quienes administran el poder dentro de una comunidad. No es un regalo arbitrario, ni una artesanía. Como dijimos, el bastón simboliza al "buen gobierno". Esto implica: la defensa de los usos y costumbres de la comunidad en particular, una administración que parte de lo colectivo, un gobernante elegido en asamblea, una política horizontal.
En otras palabras, el bastón de mando no significa que quien lo porta tiene poder de decidir por los demás, al contrario, implica que tiene que seguir la voluntad de quien se lo otorga, en consenso. El bastón es una metáfora donde la fuerza de la comunidad, de su palabra, sus costumbres y leyes es lo que se "transfiere" a través del objeto. Es una enorme responsabilidad. Por eso, portarlo no implica privilegios, sino obligaciones.
Por otro lado, en algunos casos se obsequian bastones a miembros externos a la comunidad, para reconocerlos como aliados de su proyecto de vida comunitaria, por eso se puede dar a presidentes. Pero incluso entonces sigue siendo extremadamente importante y su entrega es un acto profundamente simbólico, que hay que conocer, apreciar, respetar y comprender plenamente.
Infografía: Alexis Nava.