El guacamole se cuenta sin duda entre las mayores delicias de la comida mexicana. No es casualidad que su popularidad se haya universalizado y que se consuma cotidianamente por miles de personas. La leyenda cuenta que esta exquisitez habría sido legada por Quetzalcóatl a los Toltecas para que disfrutasen del maravilloso resultado de combinar aguacate (machacado), chile y jitomate. Eventualmente, con la llegada de insumos de otros lugares, vía los conquistadores españoles, a la receta se agregarían ocasionalmente otros ingredientes como cebolla, limón, pimienta, ajo o cilantro.
El origen de la palabra ahuacamolli, en náhuatl, proviene de ahuacatl –aguacate / testículos– y molli –mezcla–. Como dato curioso, el aguacate tenía una connotación erótica para los aztecas, provocando que las mujeres no pudieran recolectar estos frutos pues simbolizaban testículos.
En su libro The Essential Cuisines of Mexico, Diana Kennedy ha coleccionado una serie de recetas de diferentes regiones de México. Se trata de un acervo de años de investigación sobre la gastronomía mexicana y su dinámica entre el arte, la cocina y la degustación. En el la autora recomienda que para la preparación del guacamole jamás se use una licuadora, sino un molcajete en el que se muelan los ingredientes y, al final, se le agrega el aguacate para machacarlo.
Esta receta es la que Kennedy recomienda:
Qué hermosa mezcla es la del aguacate, su verde pálido, resaltándose con el verde oscuro del cilantro y el tono rojizo del jitomate. Su belleza es definitivamente intensificada si se sirve en un molcajete en el cual se ha preparado y en donde pertenece. –¡Nunca, nunca use una licuadora para convertir el aguacate en una mezcla homogénea y suave!– Si no posee un molcajete, entonces use una licuadora para los ingredientes base y después amase el aguacate a mano.
El guacamole en México se come usualmente al principio de las comida, acompañado de una pila de tortillas calientes recién hechas u otras botanas –snacks–, como chicharrón o carnitas. También puede acompañarse con un plato de tacos. Es tan delicado que es mejor comerlo cuando se prepara. Para mantenerlo fresco, se recomienda cubrirlo de la luz y el aire, dejándolo hermético –aunque sólo lo mantendrá fresco en un lapso de tiempo breve; es casi inmediato que el delicado verde se tornará oscuro y el sabor fresco y delicioso se perderá.
Ingredientes:
2 cucharadas de cebollas finamente picadas, 4 chiles serrano finamente picados, 3 cucharadas de cilantro finamente cortado, sal al gusto, 3 aguacates grandes y 115 g de jitomate finamente cortado.
Preparación:
– Muela en conjunto la cebolla, los chiles, el cilantro y la sal al gusto.
– Corta los aguacates por la mitad, quitándoles el hueso y exprimiéndole la pulpa de las cáscaras. Machácalos y agrega a la base de los chiles para obtener una consistencia con cierta textura. Reserva una cucharada de jitomate y agrega el resto. Ajusta la sazón y vierte después el resto del jitomate, la cebolla y el cilantro picados.
– Sirve inmediatamente a temperatura promedio junto con tortillas, tostadas e inclusive carnitas. No se recomienda meterlo al refrigerador.
*Imágenes: 1) mylatinatable.com; 2) Rusttica