Cada día es más urgente que encontremos formas de pasar de la información a la acción.
Todos sabemos un poco sobre el estado del medio ambiente o por lo menos podemos intuirlo en la experiencia de la contaminación del aire, las alteraciones del clima y otros fenómenos que nos afectan directamente.
Por otro lado, si no cambiamos algunos de nuestros hábitos (especialmente los de consumo) y no invertimos en apoyar proyectos que están luchando por recuperar la salud de nuestros ecosistemas y salvar especies en peligro, es poco probable que la situación mejore.
Uno de los problemas que podrían complicar muchísimo la situación es que las abejas están en peligro de extinción. Los cambios de temperatura, la contaminación, el uso de pesticidas y la deforestación son algunas de las causas detrás de este hecho (todas, por cierto, responsabilidad de los humanos).
¿Por qué es tan grave?
El asunto es que el destino de muchos cultivos está íntimamente conectado con el de estos insectos. Según investigadores de la UNAM, el 80% de las plantas silvestres y el 70% de los cultivos que consumimos dependen de la polinización (hecha principalmente por abejas y avispas).
Así, hay una serie de alimentos mexicanos que, sin abejas, podrían desaparecer. Algunos de ellos ya están el peligro de extinción por otros motivos, como la falta de apoyo gubernamental a los productores, la contaminación de la tierra, las lluvias torrenciales y las fuertes sequías, entre otros.
Los 8 sabores mexicanos que podríamos perder, si perdemos a las abejas son algunos de nuestros favoritos y más tradicionales:
- Mango
- Cacao
- Chile
- Calabaza
- Vainilla
- Frijol
- Mezcal y Tequila
- Café
¿Qué puedes hacer?
Aunque no lo creas, hay muchas cosas que puedes hacer y por más pequeña que te parezca, recuerda que tu participación, sumada a la de otros se vuelve enorme. Además, si no participas eres, en muchos sentidos, responsable de las consecuencias.
1: Come orgánico, local y tradicional
Comer orgánico puede ser caro, pero hay alternativas que lo vuelven un poco más accesible. Pero si no comes orgánico, de todas formas apuesta siempre por la producción local. Entre más local, menos contamina, porque implica menos envolturas y contaminación por transporte.
Por otro lado, opta por los productos cultivados de forma tradicional (en milpas, chinampas, hortalizas), en lugar de la comida industrializada o cultivada en sistemas de agricultura extensiva (que deforesta y suele utilizar pesticidas).
2: Cambia tus prácticas contaminantes por otras más amigables con el medio ambiente
Camina, usa la bicicleta, no aceptes plásticos de un solo uso (bolsas, popotes y otros desechables), trata de reducir tus desechos, haz composta. Todas esas recomendaciones que has escuchado para combatir el cambio climático: ponlas en práctica.
3: Apoya a las abejas a través de los proyectos que las están salvando
Productores de miel y proveedores de experiencias de turismo sustentable son quienes están salvando a las abejas mexicanas. Cómprales miel y visita a los apicultores. A través de estas actividades recaudan fondos para llevar a cabo su trabajo.
4: Exige a los gobiernos que protejan a productos y productores
No todo es culpa del gobierno. Todos tenemos responsabilidad sobre el estado de nuestro mundo. Y eso es una gran noticia. Significa que todo el esfuerzo que inviertes en tener un mundo mejor no solo es lo único que puedes hacer, también es lo mejor que has hecho (y te agradecemos mucho).
Pero del gobierno sí dependen las políticas públicas y la distribución del dinero con el que todos contribuimos para mejorar la infraestructura de ese mundo que habitamos; así, es también nuestra responsabilidad exigir de forma clara lo que necesitamos.
Firma peticiones, genera presión en redes, medios y calles. Exige que se protejan a los productos y productores que amamos. Y que se proteja a las abejas. Exige que no se lleven a cabo proyectos de infraestructura que los dañen. Estas causas nos tocan a todos.
*Imagen destacada: Robin Canul.