Antes de la llegada de los españoles, cada pueblo prehispánico, además de poseer un pasado antiguo, una lengua y una forma de vida propios, tenían expresiones singulares para representar su historia y su cosmovisión. Los conquistadores y evangelizadores arribaron a un sitio donde ya existía un complejo modelo religioso y sociocultural, al que tuvieron que derribar y sobre las ruinas impusieron el suyo. Algo similar ocurrió con la escritura. La escritura en el mundo prehispánico tiene una historia antigua, puesto que la escritura alfabética no es la única forma de escritura.
Los rastros más antiguos pertenecen a la cultura olmeca, donde los primeros mensajes escritos datan, aproximadamente, de 2,500 años de antigüedad. Ahora, no todos los pueblos mesoamericanos produjeron una escritura y aquellos que sí la desarrollaron lo hicieron con características particulares. En el caso de los mayas, ellos inventaron un sistema logosilábico. Por su parte, y con características independientes, se encuentran la escritura mixteca y la nahua.
Códice Borgia
La imagen fue un elemento fundamental dentro de las escrituras precolombinas, donde la pintura y el dibujo eran los medios de expresión elegidos por los antiguos pueblos mesoamericanos para escribir y transmitir sus ideas. Esta escritura se realizó en los denominados "libros pintados", o códices, que es como los españoles los llamaron y la forma en que actualmente son referidos. Sin embargo, en náhuatl hay una palabra concreta para designarlos, es amoxtli, que Alonso de Molina tradujo como "libro de escritura".
María Sten expone que los códices prehispánicos o amoxtli están escritos en tres formas diferentes:
- Escritura pictográfica, que representa los hechos por medio de imágenes.
- Signos ideográficos. Éstos representaban objetos que sugerían a su vez otros objetos y otras ideas.
- Fonético. En ella los caracteres empleados han perdido toda relación o asociación mental con los objetos que representan y únicamente denotan ideas o sonidos.
Códice Madrid
Actualmente considerados códices prehispánicos se reconoce la existencia de catorce a una veintena, según los parámetros de cada investigador. De esos códices hechos antes de la conquista (porque otra cosa son los códices coloniales, hechos después de la conquista, y de los cuales sí existen ejemplares en México), ninguno permanece en la tierra que le dio vida. Muchos de ellos fueron destruidos por los frailes por considerarlos objetos herejes. Los pocos que se salvaron están localizados en diversas bibliotecas y museos europeos o estadounidenses.
*Imágenes: 1) Códice Dresde; 2)Códice Borgia/ Imagen de Jens Rohark; 3) Códice Madrid; 4)revista.unam.mx