Quizá solo aquél que ha migrado conoce los desafíos que supone el vivir en un nuevo sitio. Más aún si a ese lugar se va por necesidad y sin papeles, sin conocer el idioma, en un contexto de racismo; la soledad que se vive puede ser desgarradora, solo por mencionar un mal menor.
En California, una historia de empatía se viralizó en internet. Una pequeña niña, Amanda Moore, notó que Rafael Anaya de 10 años, mexicano recién migrado, tenía dificultades para integrarse con los otros niños por su dificultad para hablar inglés en la escuela Paloma Elementary, en Temecula. Anaya se la pasaba solo, incluso en el almuerzo. Entonces Moore decidió acercarse a él por medio de una carta que escribió con ayuda de Google Translate y de su mamá, Kimber Kinard.
Su madre quedó enternecida con la compasión de su hija y compartió un video en redes sociales donde Amanda lee, con gran dificultad, la carta que entregará a Rafael. El resultado es una gramática errónea aunque una hermosa carta entendible.
Esta historia salta en un contexto donde el racismo en Estados Unidos se ha disparado en los últimos años, más aún, a partir del discurso xenófobo del candidato Donald Trump. La viralización de la carta, en sí, se trata de una buena noticia, hay muchas “Amandas” allá afuera, incluso en Estados Unidos.
Puedes encontrar aquí la publicación en Facebook de la madre de Amanda.