Se le admira por su historia de vida, por su manera de "sobrevivir"a través del arte, por su estilo. Si uno la mira en un video, se asoma la gracia y ternura que caracterizaba a Frida Kahlo, y que bien lo dejara dicho para la posteridad su amiga Chavela Vargas: "Frida esparcía ternura, como flores, sí, como flores. Una gran ternura, una ternura infinita".
Y quizá por ello, y muchas razones más, Kahlo fue fotografiada como pocas figuras en la historia del mundo; su gran personalidad se esparcía con su sola presencia. En el marco de una muestra sobre la obra de Kahlo en el Art Gallery of New South Wales en Gran Bretaña, el curador Nicholas Chambers habló de ella como una súper estrella, fotografiada obsesivamente; más como una celebridad de cine que como un artista plástica.
Ella fue una celebridad total en su vida. Fue fotografiada con la regularidad de una celebridad de cine.
Kahlo, además, nació entre fotografías. Su padre, Guillermo Kahlo, fue un fotógrafo que la crió entre la fuerza y simbolismo de las imágenes. Y quizá por ello no es tan extraño que a través de sus propias imágenes (con sus autoretratos) Kahlo se sanara a sí misma.
Antes de las selfies como una manera de auto expresión, Kahlo quizá fue la primer súper estrella de las mismas, desde una autoexploración que también llevó a la pintura.