Ocasionalmente los artistas encuentran sus intereses creativos luego de caminos casuales. El caso de Sarah Minter, considerada la segunda mujer dedicada al audiovisual experimental, luego de Pola Weiss, es uno de estos casos.
Minter estudió teatro pero luego de sus inicios teatrales, y de diseño gráfico, fue volcándose a las artes audiovisuales. Primero comenzó trabajando en el cine, aunque una necesidad de libertad frente a los compromisos creativos fue volcándola a la experimentación en sus primeros trabajos.
Si eres muy joven pero tienes compromisos de otra índole no trabajarías en lo que quieres, menciona en una entrevista.
En los 80 comenzó con sus videos experimentales y uno en particular comenzó a dar la vuelta al mundo: Nadie es Inocente (1987) un documental-ficción que muestra la vida del grupo "Los Mierdas Punk", una banda de jóvenes en Ciudad Neza. Así, este se convirtió en un ejemplo de uno de los fenómenos que resultaron de la globalización como las subculturas homogeneizadas pero también producto de una cultura propia. Naturalmente, una zona como ciudad Nezahualcóyotl, en el mundo suscitó mucho interés.
Otros de sus trabajos que tuvieron un considerable éxito fueron: Alma punk (1991-1992), video ficción de cincuenta minutos; Viajes. Un día y una noche por la Ciudad de México (1996), video documental para tres monitores; y México (2001), video monocanal de doce minutos.
A partir del 2009 comenzó a grabar cenas entre amigos donde se hablaba del amor. Las percepciones sobre las relaciones sentimentales y emocionales, un tema que es universal, y que quizá, es el más importante en el fondo (el sentirnos amados y amar).
En los años 80 sus temas fueron de carácter mucho más político, y quizá nunca dejó de ser su arista más importante. En 2006, por ejemplo, Minter realizó Summer en Utopia, un interesantísimo video documental de una comunidad anarquista fundada en Dinamarca desde 1971.
Este 8 de abril fue anunciado que Minter falleció a sus 52 años. Apenas el año pasado se organizó la primera retrospectiva de su trabajo llamada Ojo en Rotación con piezas suyas de 1981 a 2015. Un homenaje que, afortunadamente, se hizo con tiempo para que en vida atestiguara un respaso materializado por su gran, y de algún modo, fortuita trayectoria.