No es la primera vez que se encuentran restos de mamuts en México, pero este hallazgo en el sitio "Tultepec II" en el Estado de México es, probablemente, el más impresionante de la historia.
10 meses de excavación e investigación constante por parte de un equipo del INAH, resultó en la recuperación de 824 huesos de, por lo menos, 14 animales atrapados en una trampa confeccionada por humanos hace aproximadamente 15 mil años.
Se trata de dos trampas en línea, rectángulos en la tierra de mucha profundidad donde se atrapaban mamuts. Hoy son evidencia de que nuestros antepasados prehispánicos no sólo cazaban a estos enormes herbívoros de forma esporádica y espontánea: su relación con estos animales involucró un intenso proceso y estrategia que, al finalizar, representaba un triunfo enorme en su lucha constante por sobrevivir.
Mamuts en México
¿Y cuántas personas se necesitan para atrapar a un mamut? Según explican los investigadores, eran grupos de 20 o 30 cazadores que "azuzaban con antorchas y ramas hasta separar a algún ejemplar y dirigirlo a estas trampas. Una vez allí, era rematado desde fuera y luego venía un largo proceso de aprovechamiento del animal."
Este aprovechamiento tenía múltiples vertientes: los mamuts eran comidos, incluidas partes como sus lenguas, que pesaban 12 kilos. Sus huesos servían como materia prima y además los restos eran acomodados en un sentido posiblemente ritual.
Como explicó Pedro Francisco Sánchez Nava, coordinador nacional de Arqueología del INAH el descubrimiento "representa un parteaguas, una piedra de toque sobre lo que hasta ahora imaginábamos fue la interacción de bandas de cazadores-recolectores con estos enormes herbívoros […]." Como relata el boletín del Instituto, es claro que los primeros habitantes de la Cuenca de México sabían aprovechar su entorno y organizarse.
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Los restos de mamuts en México nos sugieren algo sobre los primeros habitantes de esta tierra
"[…] [el descubrimiento] nos va a permitir trabajar de la mano con otros colegas en un estudio interdisciplinario y en colaboración con centros universitarios de todo el mundo en el estudio de este periodo tan importante porque habla, para el caso de América, de los primeros hombres que poblaron este gran territorio y su adaptación al medio ambiente y su manera de sobrevivir". Así lo declaró Diego Prieto, director del INAH
"Tultepec II", como se llama a este sitio arqueológico, ya es parte de la lista de megasitios de mamut y, sin duda, es fascinante este descubrimiento. Pero no solo porque nos habla de la fauna, de los cambios en la Tierra. Sobre todo porque nos sugiere un poco sobre cómo se organizaban nuestros ancestros entre sí, cómo se relacionaban con el espacio que habitaban.
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Hallazgo de mamuts en México: un curioso proceso reflexivo
Una curiosidad es que las trampas fueron excavadas al final del Pleistoceno, durante un momento de intensa inestabilidad y cambios en el clima, cuando los polos comenzaban a congelarse y el nivel del mar bajó, lo que expuso enormes llanuras, donde la estrategia de caza sería más eficiente y el hacer las trampas más sencillo.
En condiciones extrañamente reflexivas fueron descubiertas, cuando buscando establecer un relleno sanitario (para almacenar la basura ligada a nuestro propio cambio climático) se encontraron los restos de mamut.
El paralelismo es muy interesante: nos recuerda que a pesar de las inclemencias del clima, los nuestros siguen aquí, 15 mil años después; probablemente porque encontraron la forma de ejecutar hazañas como cazar mamuts. Con un poco de suerte aprenderemos ahora lo que nos toca, para sobrevivir.
*Fuentes:
*Imágenes: INAH