Seguro lo habrás notado, desde el 2009 los food trucks (camiones de comida itinerante) han tenido un considerable auge. Usualmente estos han estado asociados a comida rápida, sin embargo en los últimos años algunos food trucks ofrecen platillos más elaborados, e incluso algunas opciones son gourmet.
Lo anterior es positivo en el sentido de encontrar opciones más saludables o de mejor calidad en la calle, a precios accesibles. En este boom de food trucks en el mundo, Nueva York ha sido uno de los sitios donde más han aflorado y en su doceava edición, este año Copa Vendy (una especie de incono en este sector) premió a las mejores food trucks de toda la ciudad; en el concurso participaron más de 5 mil.
La gandora fue Tacos el Rancho del migrante oaxaqueño Felix Soriano. Su historia en un inicio fue muy similar a la de miles de inmigrantes. Comenzó lavando platos en Manhattan, durante 12 años trabajó como chef en distintos restaurantes. Un día se preguntó cómo es que esos lugares estaban llenos gracias a su sazón y decidió abrir su propio negocio.
Primero abrió una tienda de abarrotes y una carnicería. Afuera de esta últimos comenzó a vender quesadillas que ganaron cierta fama, aunque fue multado con 7 mil dólares. Entonces decidió poner su food truck de tacos que hoy es todo un éxito, no sin referir que en un inicio fue víctima de acoso por parte de policías y los inspectores.
Este premio es una recompensa de años de trabajo, aunque también es muy simbólico hoy que la coyuntura política ha vuelto a asociar a los migrantes a erróneos estereotipos. El caso de Soriano, y el de muchos, se erigen con una muestra clara de la labor de millones de migrantes que muestran al mundo los resultados de su esfuerzo. Soriano compartió en el marco de este premio:
Tengo clientes americanos, chinos, árabes, paquistaníes, dominicanos y, claro, la raza que nunca nos deja. Y me da gusto y orgullo. Yo no distingo entre mis clientes, para mí todos ellos son igual y valen lo mismo", aseveró Soriano.