El misticismo, entendido desde el la perspectiva de un cuerpo general de conocimiento, y variables como el chamanismo, el "curanderismo", entre otras, tienen una relación fundamental con la palabra. Ya sea bajo la forma de conjuros, cantos, oraciones o protocolos varios, su naturaleza semántica está siempre presente. Por eso no debiera sorprendernos confirmar las cualidades líricas de un chamán, en este caso de la curandera mazateca, Maria Sabina.
La poesía implícita en sus cantos llevó al escritor mexicano Homero Aridjis a considerarla, en entrevista para la agencia DPA, la mejor poeta, en español, de las últimas décadas:
Sus cantos, proferidos durante la ceremonia, eran poesía. Para mí sigue siendo la mejor poeta de habla española del siglo XX, sin haber escrito en español. Más profunda, más auténtica y más duradera.
Aunque parezca un juicio más emocional que razonable, y considerando que el dictamen de Aridjis es obviamente subjetivo, este también da pie a apreciar la sinceridad y la resonancia con imágenes universales, originarias, de las palabras de Maria Sabina, la "mujer constelación huarache".
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John Keats acusaba que "Si la poesía no nace espontáneamente como la hoja de un árbol, es mejor que no nazca de ningún modo". Y si como menciona el inglés, el requisito lírico comienza en la naturalidad, entonces la curandera de Huautla de Jiménez, Oaxaca, sus rezos, sin duda debiera ocupar un sitio especial en la tradición poética de México y el mundo.
A continuación les compartimos uno de los poemas de Sabina, publicado en la revista Círculo de Poesía:
Poema de María Sabina
Soy la mujer que sólo nací.
Soy la mujer que sola caí.
Soy la mujer que espera.
Soy la mujer que examina.
Soy la mujer que mira hacia adentro.
Soy la mujer que mira debajo del agua.
Soy la nadadora sagrada
porque puedo nadar en lo grandioso.
Soy la mujer luna.
Soy la mujer que vuela.
Soy la mujer aerolito.
Soy la mujer constelación huarache.
Soy la mujer constelación bastón.
Soy la mujer estrella, Dios
porque vengo recorriendo los lugares desde su origen.
Soy la mujer de la brisa.
Soy la mujer rocío fresco.
Soy la mujer del alba.
Soy la mujer del crepúsculo.
Soy la mujer que brota.
Soy la mujer arrancada.
Soy la mujer que llora.
Soy la mujer que chifla.
Soy la mujer que hace sonar.
Soy la mujer tamborista.
Soy la mujer trompetista.
Soy la mujer violinista.
Soy la mujer que alegra
porque soy la payasa sagrada.
Soy la mujer piedra del sol.
Soy la mujer luz de día.
Soy la mujer que hace girar.
Soy la mujer del cielo.
Soy la mujer de bien.
Soy la mujer espíritu
porque puedo entrar y puedo salir
en el reino de la muerte.