El arte wixárika (comúnmente conocido como huichol) es inconfundible. Ya sea con estambre o chaquiras, sus piezas son explosivamente coloridas y mantienen siempre un halo ritual. Las creaciones artísticas de este grupo manifiestan su cosmovisión, influenciada por su relación cultural con el (hikuri) peyote y con el niekrika, el portal por medio del cual los dioses se comunican con los hombres, a través de los hermosos colores puestos en su arte.
Anteriormente publicamos un artículo sobre el significado de los símbolos contenidos en el arte wixárika, desde el generoso venado (eje de su cultura) hasta el águila, o los colores mismos. Su complejidad cultural es impresionante y conmovedora. Como ejemplo, el nierika es representado con un rombo (también conocido como Ojo de Dios), y sus mismas tierras sagradas, sorprendentemente, dibujan un rombo.
Entre su acervo creativo, también se encuentran las máscaras, las cuales representan un momento imprescindible en su cultura: el contacto con el mestizo.
El origen de las máscaras wixárikas
Como todo en el arte wixárika, su nacimiento está vinculado a la vida ritual. Las máscaras representan a los dioses, pero se trata de deidades asociadas a los mestizos (un sincretismo resultado de la presencia española). De algún modo las máscaras de los dioses mestizos contienen un dejo de oscuridad; entre ellos están Teiwari Yuawi o Kieri. Según nos narra el investigador Johannes Neurath en un artículo:
Ciertas deidades huicholas asociadas al poniente y a la oscuridad son consideradas vecinos o mestizos. El más poderoso de esta categoría de dioses es Tamatsi Teiwari Yuawi, Nuestro Hermano Mayor el Mestizo Azul Oscuro. Depende el ritual, en algunos pueden representar dioses poderosos pero también y el humor de algunos de los rituales no se contrapone con la sacralizad de las máscaras. Las máscaras huicholas son representaciones de los enemigos, que no presentan grotescos, sino algo bello que se puede ver y escuchar.
Entre los huicholes, entendí que el culto a dioses mestizos permite, hasta cierto punto, adueñarse de los poderes oscuros de los enemigos.
Existen registros de finales del siglo XVIII sobre máscaras encontradas en cuevas wixárikas. Una persona que hace una mascara está además encargada de su cuidado, del principio de reciprocidad con ese dios. Ahora, con la llegada de la venta comercial, estas máscaras también se trasladaron al mundo de la artesanía para venta, pero, y según apunta Neurath, ya no lo hicieron bajo la impronta de la representación de los dioses mestizos, sino más bien de los hombres que no son wixárikas, pero tampoco conquistadores, una especie de cambio del tiempo que nos ha hecho teiwarixi:
Lo más interesante es que estas máscaras de chaquira, a final de cuentas, son caras de teiwarixi arregaldas como peyoteros huicholes. Aquí, "vecino", no alude a los mestizos locales, que van tras las tierras y bosques comunales sino a teiwarixi urbanos, huicholeros (…) Si las máscaras rituales representan al otro de los indígenas, el mestizo colonizador amenazante, las máscaras de artesanía representan al otro de este otro: la idea estereotipada del chamán huichol que es tan popular entre ciertos círculos urbanos.
Neurath también apunta que a pesar de que los dioses mestizos se asociaron con lo oscuro, esta relación contenía una dosis de humor. Aunque el colonizador fue represor y abusivo, encontró un lugar desde su naturaleza humana en el mundo divino de los wixárika, quienes entendieron su derecho a un lugar en el mundo, incluso en su mundo de invocación.
*Fuente:
Neurath, Johannes.(2205) Máscaras Enmascaradas. Indígenas, mestizos y dioses indígenas mestizos. Relaciones.181 (Vol.XXVI).
*Imágenes: 1) Cultura Colectiva; 2,3,4 y 6) nierika.com.mx; 5) etsy.com