¿Qué son los meteoritos sino meras representaciones estelares de nuestro origen alquímico? Paradójicamente, la composición de estos aerolitos ha permitido especular e imaginar de dónde provenimos, ya que una de las máximas en su estudio es la que aborda el origen de la vida a raíz del descubrimiento de moléculas orgánicas en su composición, incluyendo componentes propios de Ácido Desoxirribonucleico (ADN), el portador legítimo de la información hereditaria de todo ser vivo.
Históricamente, las piedras de meteoro han sido objeto de fascinación y análisis en toda cultura. Encontramos ejemplos de armas de hierro fabricadas con meteorito en la tumba de Tutankamón, o los primeros cuencos cantores de los lamas tibetanos fabricados con aleaciones minerales de éste. En el mundo prehispánico, el hierro extraído de los meteoros resultaba de mayor valor que el oro, siendo las armas elaboradas con este material las más preciadas de todas.
El meteoroide en México no se utilizó solamente para fines artesanales. En la cultura azteca era tal su influencia que cuando se veían cruzar por el cielo, eran considerados signos de augurios cataclísmicos o presagios, creencia probablemente ligada a la destrucción del tercer Sol Nahui-Quiahuitl, o tercera era de los tiempos, según el Mito de los cinco soles. De ahí que el propio Moctezuma, al observar un largo cometa en el cielo, lo hubiese interpretado como la pronta caída de su imperio (y así fue).
Para entender estos nexos que tejían las civilizaciones antiguas de México con los astros, es preciso reconocer que la observación del cielo y el universo eran materias rigurosas delegadas a sabios filósofos, y que a partir de sus conjeturas se elaboraba la organización de los pueblos (como es el caso de sus calendarios) y se rendía culto a las fuerzas naturales celestiales, tales como el Sol, la Luna y las estrellas (todas ellas ligadas a un Dios). Esta es probablemente una de las cosmovisiones antiguas más simbólicas y de la que actualmente hemos perdido todo entendimiento.
Con la llegada de una Nueva España, grandes ambiciones estelares evocaron la realización de un Real Seminario de Minería en territorio mexicano, en 1703. En este espacio se comenzaría una de las colecciones meteoríticas más preciosas jamás vistas en la antigüedad. No sería un proyecto notablemente impulsado sino hasta casi un siglo después, con la llegada a tierras americanas del geógrafo, naturalista y explorador Alexander Humboldt. De entre las innumerables disciplinas que interesaron a este, una de las que más llamó su pasión fue la relativa al estudio de los meteoritos caídos en zonas mexicanas. Humboldt estudio los meteoros de Zacatecas, Charcas y Toluca; el falso meteorito de Durango, el de Teposcolula y el de Cholula, sobre este último habría que señalar que hombres de Cortés presenciaron el choque.
Catálogo de meteoritos en México
El primer gran catálogo de meteoritos mexicanos, fue concebido por el ingeniero Antonio del Castillo, mismo que apoyó la idea de llevar a la Ciudad de Mexico algunos de los meteoritos más extraordinarios encontrados en el país, para que fuesen exhibidos en el Palacio de Minería. Actualmente se exhiben en el vestíbulo del museo cuatro meteoritos de gran tamaño que forman parte de una de las colecciones más preciadas del planeta.
A continuación te mostramos éstos y otros de los meteoritos mexicanos más importantes:
Meteoritos de Chupaderos (I y II)
De 14 y 6.8 toneladas respectivamente. Estos meteoritos hoy ubicados en el Palacio de minería fueron hallados cerca del antiguo poblado de Huejuquilla, en Chihuahua. Están conformados principalmente de kamacita, taenita y fosfatos.
El Morito
También llamado San Gregorio. Un meteorito con peso de 10 toneladas encontrado en Hidalgo del Parral integrado por minerales como kamacita, taenita y troillita. Se trata de la meteorita orientada más grande del mundo. Lo que significa que conserva las líneas de vuelo y el sentido de su caída.
Meteotiro Zacatecas
El hallazgo de los ricos yacimientos de plata, explotados por los españoles después de la conquista, en la ciudad de Zacatecas, dio por resultado el descubrimiento de la meteorita "Zacatecas", localizada al oeste de la ciudad del mismo nombre. Sus 780 kilogramos lo constituyen minerales como kamacita, taenita, silicatos y grafito.
El Bacubirito
El Bacubirito o meteorito de Sinaloa es oficialmente el quinto más grande del planeta y el segundo en toda América. Se trata de una aerolito de 20 toneladas y se encuentra formado en su mayoría por hierro, seguido de níquel, cobalto y fósforo.
Meteorito Allende
Este es uno de los meteoritos más importantes encontrados en México, y es de hecho lo más antiguo que existe en la Tierra. El meteorito de Allende se impactó una noche de 1969 en Chihuahua. El choque fue tal que rompió varios ventanales. La presencia de carbono en las más de 40 toneladas que se reunieron de él, advirtieron que se trata de un aerolito de composición parecida a la terrestre y no como otras rocas lunares, lo que probablemente podría indicar que provenía de un planeta donde hubo vida. De igual forma, el meteorito Allende fue la prueba fehaciente de un astro todavía más antiguo que el Sol, con 4,600 millones años de vida.
El primer mapa de meteoritos de México fue elaborado, también, por Antonio del Castillo, en 1889. Después no se realizaron trabajos al respecto o que reunieran suficientes datos sino hasta 1990, cuando se expuso el que se muestra a continuación:
Si bien el estudio de los meteoritos ha ayudado a especular datos sobre la historia temprana de nuestro sistema solar, así como la fascinante constitución del interior de los planetas, también ha permitido fundir su estudio poético con la siempre presente realidad alquímica del universo que, a la postre, se trata de la composición de nuestro planeta y de cada uno de nosotros.
*Imágenes: 2) Códice Durán, Biblioteca nacional de España, Dominio Público; 3) Tanate Tan – Flickr / Creative Commons; 4)The big rank; 5) news.urban360.com.mx; 6) losmeteoritosdezacatecas.blogspot; 8) naturalhistory.si.edu
*Fuentes: Lara lIMA, Octavio Alonso, “Meteoritos a la mexicana”, Universidad nacional Autónoma de México.