Aunque no es el más popular de los superalimentos, la jícama —o nabo mexicano— se merece una oda y, definitivamente debería ser disfrutada con más frecuencia. Minimizada hasta haber sido convertida en una botana casual y lejos de estar entre los ingredientes básicos de nuestra paleta gastronómica, pocos conocen las refrescantes razones por las que vale la pena comerla.
Pero venimos a recordártelas porque, con un poco de ingenio, la jícama podría convertirse en uno de tus tubérculos favoritos y estamos seguros de que hará una diferencia notable y positiva en tu salud. Además, comerla es la mejor manera de reivindicarla como uno de los pilares de nuestra cultura culinaria.
Ahí te van las razones para volver a tomarla en serio:
1: Está llena de nutrientes
Aunque es inmensamente sabrosa y sin condimentos te regala un toque dulce y fresco, en México nos encanta echarle chilito y limón, pero a la jícama no le hace falta nada. Es un tubérculo rico en potasio, magnesio, calcio, vitamina C y vitaminas del complejo B. Así, es buena para reforzar los huesos, mejorar la circulación, incentivar la concentración y hasta apoyar al sistema inmunológico.
2: Es una planta mexicana
¿Sabías que la jícama más común (Pachyrhizus erosus) es una planta endémica mexicana? Su nombre viene del náhuatl y quiere decir "raíz acuosa". Se sabe que la consumían los antiguos pueblos toltecas, zapotecas, mayas y mexicas.
En México la temporada de cosecha de jícamas es entre septiembre y diciembre. Los estados donde más se produce son Guanajuato, Michoacán, Morelos y Nayarit. Los agricultores le tienen cariño porque la planta de la jícama puede fijar el nitrógeno de la atmósfera en el suelo y eso beneficia a otros cultivos (esa misma es la función del frijol en la milpa).
3: La jícama es prebiótica
Fresca, deliciosa y super buena para tu sistema digestivo, pues contiene inulina, un tipo de fibra que promueve el sano desarrollo de tu "microbiota" o la vida que te mantiene sano y habita en tus intestinos.
4: Es una botana super sana
Si no te pasas con las raciones de "miguelito" y chamoy, la jícama puede ser un buen aliado en cualquier dieta, pues tiene muy pocas calorías por porción, pero es una botana muy satisfactoria.
5: Es un ingrediente muy versátil
Aunque no solo sirve de botana. La jícama puede ser utilizada en recetas más complejas. Si eres vegano, puede sustituir al pescado en un rico ceviche. Si no se te antoja comer tortilla, puedes hacer toda clase de tacos con rodajas de jícama. El agua de jícama es rica y dulce. También se puede preparar en dulce; en sopas frías o guisada.
6: Es muy barata
En temporada, el kilo de jícama es muy accesible y al ser una gran fuente de nutrición y fibra, no hay que pensarlo dos veces.
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