El pinole es uno de esos alimentos increíbles, que momentáneamente fue olvidado. Tal vez por estar asociado a otro tiempo o simplemente por no tener idea de sus beneficios. Por otro lado, el dulce polvo hecho con maíz azul tostado, canela y piloncillo está viviendo un curioso y afortunado renacimiento (muy al estilo millennial).
Aunque el pinole nunca ha pasado de moda
El fino polvo de maíz es, originalmente, una receta prehispánica. Su nombre viene del náhuatl "pinolli", pero, a pesar de su antigüedad, en realidad nunca dejó de ser consumido por distintas comunidades a lo largo del país.
En Baja California lo toman diluido en agua o lo usan como harina para preparar galletas. En Colima lo encuentras en los mercados como un dulce típico y se acostumbra mezclarlo con anís. En el Estado de México les encanta con cáscaras de naranja y chocolate. En Yucatán, las comunidades mayas lo mezclan con cacao, pimienta gorda y achiote. Y así, el pinole tiene presencia en casi todo el país.
Pero, tal vez, la forma más especial de consumirlo es la de los rarámuris en Chihuahua que con pinole preparan dos bebidas (el esquiate y el watónali), ambas utilizadas como fuente de energía durante sus enormes jornadas como corredores.
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El pinole es un auténtico superalimento mexicano
Y los rarámuris lo saben desde hace mucho tiempo, aunque la noción de superalimento es relativamente reciente. Posiblemente surgió como respuesta a la crisis de nutrición que enfrentamos actualmente, donde en el mismo mundo cohabitan grandes índices de desnutrición y de obesidad. Ambas ligadas, por un lado, a la falta de seguridad alimentaria en algunos países y, por otro, a la enorme disponibilidad de comida chatarra.
Los superalimentos son, en muchos sentidos, contrarios a esta "comida basura". Son ingredientes bajos en calorías y llenos de nutrientes. El pinole, por estar hecho de maíz (y no cualquiera, sino azul) es un superalimento versátil y lleno de fibra, antioxidantes y minerales como calcio, fósforo, hierro, magnesio, potasio, sodio y zinc.
Combinado con otros superalimentos o simplemente preparado como bebida o postre puede potenciar enormemente tu salud cotidiana. Véase el efecto increíble que tiene en corredores como Lorena Ramírez. La joven rarámuri ha triunfado en carreras increíbles y fue la primera mujer mexicana en el ultramaratón de Europa.
El pinole y los que saben cómo consumirlo están trascendiendo fronteras
Sin duda uno de los responsables de que el pinole esté viviendo una nueva ola de popularidad es Eddie Sandoval, un joven mexico-americano que inauguró la empresa "Pinole Blue".
Su proyecto combina una serie de cosas dignas de celebrar. Primero, el amor por el pinole, ingrediente tradicional que conoció gracias a sus papás, mexicanos originarios de Chihuahua. Segundo, las ganas de integrarse a una industria alimenticia con conciencia, que quiere devolver a la mesa alimentos nutritivos, naturales, con historia y mucho valor cultural.
Por último, su intención es retribuir de alguna manera a la comunidad que le enseñó a sus padres y abuelos los inmensos beneficios de esta delicia. Por eso, un porcentaje de las ventas de los productos hechos por "Pinole Blue" (que además de pinole, incluyen proteínas para deportistas hechas con maíz y galletas hechas con el dulce tradicional) se destinan a ayudar de distintas maneras a la comunidad rarámuri en Chihuahua.
Pero, por si fuera poco, el maíz azul que utiliza "Pinole Blue" es orgánico y de semilla nativa y, además, la marca está patrocinando, por supuesto, a la corredora Lorena Ramírez. Así, aunque sea increíble, solo en este ingrediente se conjugan toda clase de cosas y tal vez, la mejor manera de mejorar ese contexto es comiendo pinole.
*Fuentes:
*"Pinole" en Larousse, Diccionario Enciclopédico de Gastronomía Mexicana
*Imágenes: “Pinole Blue”