Los conquistadores le llamaron el árbol de las maravillas
Hoy que estamos más separados de la naturaleza que nunca en la historia, remitirnos a ciertas especies con admiración podría resultar extraño. Lo cierto es que hay que recordar que las sociedades nativas estuvieron altamente conectadas con su entorno natural; y lo que de este aprovechaban era gran materia de respeto. Los hombres estaban agradecidos con la naturaleza por proveerle lo necesario para subsistir, y para honrarla reconocían la importancia de esta para el desarrollo de su cultura.
En mesoamérica, como sabemos, la cultura giró altamente en torno del maíz; gracias a esta especie que fueron creando a partir de la domesticación del teocintle, el hombre de estas tierras consiguió mantenerse sano. El maíz le fue muy generoso, y por supuesto figuró fundamentalmente en su mitología, religiosidad y entendimiento del mundo.
Entre otros seres de la naturaleza altamente honrados en tierras mesoamericanas estuvieron el cenzontle, el quetzal, jaguar, la vainilla, el cacao, el chile, el frijol, y sin lugar a dudas, el maguey (su nombre científico es el agave), de donde los antiguos habitantes ( y aún hoy) extraían el aguamiel para preparar el preciado pulque.
México es tierra del maguey, aquí crecen hasta 150 especies, y según datos de la Conabio, el 70% son endémicas. Por algo para los hombres mesoamericanos el maguey era un dios en sí mismo: Mayahuel, de los 400 pechos, con los que alimentaba a sus 400 hijos. Aún hoy, el maguey es la materia prima de las bebidas mexicanas más populares del mundo: el pulque, el mezcal y el tequila.
Te compartimos otro de las infográficos de la Conabio, ideados para sintetizar la importancia de algunas especies en México. Revisa a detalle este cartel, aquí.
*Imagen: 1)elheraldodeveracruz.com.mx; 2)Conabio