Libertad es tal vez uno de los conceptos más elusivos forjados por la humanidad. Sin embargo es también una fuerza o condición clave; una por la que luchamos incesantemente y que ponemos por encima de todas nuestras convicciones.
Tiene sentido: somos primordialmente móviles y queremos poder llevar esta cualidad —nuestra máxima posibilidad técnica— hasta sus últimas consecuencias.
Esta es una de las cosas que celebramos los 15 y 16 de septiembre. La idea de libertad, la idea de autonomía y, sobre todo, la posibilidad de auto-definirnos. Con el fin del "Virreinato" y el surgimiento —por lo menos metafórico— de una nación soberana, nació la posibilidad de decir quiénes somos "los mexicanos".
Para bien y para mal, sobre esa definición aún nadie tiene la última palabra. Pero cada vez que llegan las fiestas patrias, un orgullo —igualmente elusivo y multiforme— nos llama a celebrar. Pero no todo es pasearse por los sitios icónicos del país y fiestear en grande. También podemos celebrar a México haciendo cosas para ayudarlo a ser cada vez más independiente. Te compartimos algunas.
También en Más de México: A 209 años: ¿tú ya te independizaste?
1: Compra local
Para de verdad ayudar a México es urgente que cambies tus hábitos de consumo. Tenemos que empezar a consumir local ya. El campo mexicano, por lo menos para el imaginario contemporáneo y mediatizado, es sinónimo de pobreza (igual material y simbólica). Nada más equivocado.
Todo lo contrario: el campo mexicano es la clave para sobrevivir a los embates del cambio climático, se va a transformar en nuestra máxima herramienta de resiliencia en los tiempos que se vienen y es nuestra primera fuente de autonomía económica (y claro, de soberanía alimentaria).
2: Enamórate del medio ambiente y protégelo
Los bosques, los mantos acuíferos, los animales, las plantas y miles de especies endémicas dependen de que nos empecemos a hacer cargo cuanto antes de nuestro entorno. Urge dejar de producir tantos desechos (empezando por la basura). Urge hacerse responsable de lo que vamos botando detrás de nosotros y hacer todo lo posible porque nuestra huella en el mundo sea un camino de flores, no una serie de estragos.
3: Experimenta el turismo rural
Viaja por México. Es importante hacerlo; tal vez hoy más que nunca. El país necesita que volvamos a sus calles, que pasemos por sus rincones ocultos, que nos re-apropiemos del espacio público.
Pero si vamos a viajar, hagámoslo con respeto: tratemos con cariño a nuestros anfitriones, no dañemos el medio ambiente o el patrimonio cultural. Es urgente que todos los mexicanos entiendan que vivimos en una nación hecha por cientos de pequeñas naciones y nos urge, sobre todo, empezar a re-conocernos.
También en Más de México: 4 destinos para vivir la magia del turismo rural
4: Vuélvete un guardián de la tortilla
"Sin maíz no hay país", se ha dicho ya por más de una de década. Y la premisa es cada vez más urgente. El maíz nativo está en peligro y sin él nos quedamos sin tortilla: el ombligo de nuestra alimentación e identidad. Tú puedes convertirte en un guardián de la tortilla mexicana. Aquí te decimos algunas formas en las que puedes involucrarte en esta lucha.
5: No te quedes en la superficie
Sin duda lo mexicano está de moda. La cocina de Enrique Olvera y el éxito indudable de "Roma" (2018, Alfonso Cuarón) son solo algunas muestras. Pero México es mucho, muchísimo más. No te quedes en la superficie.
Cuando comienzas a rascarle, debajo de cada manifestación cultural hay miles de influencias, historias, variantes. Consume arte, cine, comida, literatura, música, fiestas mexicanas, pero adéntrate cada vez más. México es realmente increíble y sus joyas están esperando ser descubiertas por ti.
6: Defiende la diversidad (especialmente la lingüística)
Sí: México es ultradiverso y por donde lo mires. Pero si no defendemos esta diversidad (biológica, geográfica, cultural) podríamos perderla. Una causa muy importante es la diversidad lingüística, porque, como explica la lingüista Yasnaya Elena, ningún idioma indígena ha muerto en paz. Su pérdida es la de un pueblo, la de una comunidad humana. ¿Qué pasó con ellos? ¿Por qué desaparecieron? Hay que cuestionarse y al dar con las respuestas, hagamos una promesa de que no dejaremos que siga ocurriendo.
7: Apuesta por la paz y vuélvete más empático
México no podrá "pacificarse" hasta que cada uno haga un compromiso con la empatía. Para algunos ceder esta "supremacía" sobre los demás será difícil. Para otros, los hábitos para relacionarse de forma violenta son salidas claras y útiles y es muy difícil abandonarlos. Pero no queda más que hacer la promesa con uno mismo: seré empático con los que me rodean, seré comprensivo y haré lo que pueda por apostarle a la paz. México no será libre hasta que esté en paz. Esa lucha sigue.
También en Más de México: ¿Qué se necesita para construir la paz en México?